jueves, 30 de abril de 2020

EXILIO SANITARIO: CARTA # 5



Por Jorge Bourges Rodríguez


En estas andamos

No sólo nosotros, sino todos los habitantes del planeta, nos estamos viendo repentinamente involucrados en una situación peligrosa y complicada.


Hace algunos años, cuando se cobró conciencia de que la interconexión -ya existente entre países y regiones- se había intensificado grandemente y en muy poco tiempo, se acuñó un concepto que describía muy bien la situación: el de ALDEA GLOBAL. Si a una persona se le plantea un proyecto para que viaje, digamos a Tailandia, lo podrá considerar costoso, pero lo verá factible. El intercambio mundial de bienes y servicios, así como el desplazamiento de personas entre todos los países del mundo son hechos cotidianos y ha vuelto accesible, en todo el mundo, la compra de una infinidad de productos. Pero también se han mundializado las enfermedades contagiosas por haberse incrementado las vías de posibles contagios.

Sin duda, la actual epidemia de Covid 19, causada por el nuevo coronavirus, tiene una extensión mundial por lo que lo más acertado es referirse a ella como PANDEMIA. Esta plaga que estamos enfrentando es peligrosísima, precisamente por su origen viral. Si el elemento patógeno que le causara fuera un microbio (vivo, unicelular), la humanidad dispone de una extensa panoplia de antibióticos que, por especificidad o proximidad, nos permitiría combatirlo. En cambio, el conocimiento profundo de los virus es muy reciente y apenas existen unos cuantos antivirales, por lo que sólo queda la inmunidad para enfrentar a la mayoría de dichos virus.

Ante el nuevo virus existe la inmunidad natural de aquellas personas que la disponen en forma innata y de aquellas que la adquieran al contraer y superar la enfermedad. También podrá existir la inmunidad artificial que se logre cuando se encuentre su vacuna, pero esta no existe dada la novedad del virus y difícilmente se logrará disponer de ella antes de dos años.

Continuaremos abordando este tema y otros cercanos. Agradezco la atención de quienes me honran con su lectura.



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