Por Jorge
Bourges Rodríguez
¿Qué tan grave
es este asunto?
En el año 1347 comenzó la terrible epidemia de PESTE BUBÓNICA
que asoló a Europa durante más de un lustro: hasta 1353. Durante este período
fue brincando de región en región y de país en país, diezmando principalmente
las poblaciones de las algo primitivas ciudades de entonces, pero que ya eran nudos
muy activos del comercio que renacía durante la Baja Edad Media. La plaga
parece haber llegado inicialmente al puerto de Génova en un barco proveniente del
Mar Negro; a bacteria que la causa posiblemente llegó en la sangre de varias
ratas, cuyas pulgas se encargaron de inocularlas en otros animales y seres
humanos. El microbio era desconocido en Europa occidental y sus habitantes
carecían de defensas contra ese bicho por lo que la enfermedad cundió de ciudad
en ciudad, donde sus habitantes vivían y laboraban aglomerados, facilitando así
su contagio.
Murieron más de veinticinco
millones de personas: la tercera parte de la población de Europa en aquellos
años.
Otra enfermedad, muy letal, que se expandió por la Europa
medieval fue la VIRUELA; su agente patógeno es un virus muy contagioso y que
produce muy serios daños en la persona o el animal invadidos, pero desde
entonces hubo seres humanos que eran portadores asintomáticos. Varios de estos
llegaron a nuestro país con las tropas de Hernán Cortes y la plaga comenzó a
extenderse. Nuestro continente había estado aislado del comercio y las emigraciones,
por lo que sus habitantes de nuestro continente habían desarrollado muy pocas
defensas inmunológicas y ello resultó devastador.
Cuarenta años después de la conquista, solo había sobrevivido
la cuarta parte de la población indígena inicial.
Aunque los primeros brotes de la influenza de 1918 se dieron
en Estados Unidos y su virus llegó a Europa con las tropas norteamericanas en
la Primera Guerra Mundial, se le conoce erróneamente como GRIPE ESPAÑOLA. El
hecho es que sus duros efectos sobre los enfermos y su elevada capacidad de
contagio resultaron desastrosos para todo el planeta pues en medio de la
destrucción europea por la guerra el caos social y político consecuente, la
plaga cobró tal impulso que sus alcances fueron mundiales.
Cálculos muy bien
elaborados nos hablan de más de 50 millones de muertos por la pandemia.
Vemos, pues, que estos fenómenos son sumamente graves pues se
pierden muchas vidas y dislocan el funcionamiento de las sociedades.
COVID 19, la actual pandemia, es especialmente peligrosa porque
su virus afecta, directa o indirectamente, el funcionamiento de órganos vitales
de las personas; pero también por su gran potencial de contagio. Este es un
concepto biológico-social y se debe precisar en cada país o región; se puede
definir como el número de personas que puede contagiar alguien ya infectado
antes de tener los síntomas de la enfermedad. Respecto al COVID, leí en algún
lado que las cuantificaciones ( n ) varían entre 2.7 y 3.5. Para fijar ideas,
me quedo con la cifra de n = 3 y este número es muy grande. Me explico en el
siguiente párrafo.
Si fuera igual a 2, significaría que un primer enfermo
contagiaría a 2, estos lo harían con 4, estos con 8 y, en una cuarta etapa
tendríamos 16 contagiados y así sucesivamente: 2 x 2 x 2 x2 x 2 = 32 con cinco repeticiones de contagio; con n =
2 y 16 repeticiones tendríamos 65,536 contagiados finales. Con n =
1.5 y 16 repeticiones tendremos menos de 657
contagiados finales. Pero con n = 3 y con catorce repeticiones, 4,782,969; algo así como la población de
Monterrey; con dieciséis repeticiones tendríamos 43,046,721 semejante a la
población de España y con diecisiete repeticiones, 129,140,163, cifra del orden
de la población mexicana.
Espero haberlos impresionado para que asimilen la
potencialidad nociva de la capacidad de contagio, pero las cifras reales no son
tan grandes por que los resultados no corresponden a individuos necesariamente
diferentes por existir contagios repetidos. La ética es esencial para la comunicación.
Somos un país extraordinariamente bien informado pues podemos
recibir información actualizada a diario por las autoridades de salud. A mi me
ha resultado muy formativa la atención que diariamente le presto a dicha
comparecencia; se los recomiendo.
Gracias por leer mis opiniones.